lunes, 28 de diciembre de 2015

Los mayordomos que conocí

Néstor, el mayordomo del Capitán Haddock, es también un perfecto mayordomo, capaz de sortear cualquier dificultad.

Aunque por el título podría parecer poco menos que me eduqué en Buckingham Palace codeándome con toda clase de mayordomos, debo decir en honor a la verdad que no he conocido a ninguno en mi vida. Lo más cerca que estuve de uno fue cuando una de mis alumnas, el primer año que di clase en un colegio de niñas aristócratas de Madrid, me habló en una redacción de su mayordomo, dejándome patidifusa.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Solsticio de invierno


Mi hermana y yo, de adolescentes, haciéndonos fotos "artísticas" (que siempre salían mal) en la azotea de mi casa.
"Los dioses del solsticio de invierno son duros y fríos”, decía Joanne Harris. Y Octavio Paz se mostraba más truculento todavía en sus versos: “Solsticio de invierno, / sol parado, / mundo errante. / Sol desterrado. / (…) Ánima en pena / el mundo, / peña de pena / el alma.”. Tienen mala fama estos días de invierno “de lunas anchas y pequeños días”, como también dijo Ángel González. Pero, para mí, el 21 de diciembre, el día más corto del año, fue el día en el que recibí el mejor regalo del mundo, el nacimiento de mi hermana hace 63 años. Todavía me acuerdo de discutir, días antes de que naciera (yo tenía 4 años), con mi prima Mª Elena sobre el nombre que iba a tener y de decirle que se iba a llamar Chari, “que es nombre de flor”, decía yo convencida.

lunes, 14 de diciembre de 2015

El ombligo del mundo


El Templo de Apolo en Delfos, uno de los ombligos y uno de los lugares más impresionantes del mundo antiguo. Tomado del Blog de Bernardo Souviron.

He leído en las redes que Chábeli Iglesias, la hija de Julio Iglesias e Isabel Preysler, dijo que no había leído a Vargas Llosa porque ella solo lee en inglés. Semejante bobería solo se le puede ocurrir a una persona que cree vivir en el ombligo del mundo. Cosa que, por otra parte, les ocurre a muchos norteamericanos. Yo, por ejemplo, tuve una amiga americana que se asombraba de que yo no supiese que los Estados Unidos fueron primeramente 13 estados ¿Y tú sabes cuántas provincias hay en España?, le decía yo.

lunes, 7 de diciembre de 2015

¡Yo también leí a Kant!


Kant se ha colado, con su humildad habitual y casi sin pretenderlo, en esta campaña electoral tan animada que estamos viviendo. Pablo Iglesias y Albert Rivera hace días lo mencionaron en un coloquio con estudiantes en la Universidad Carlos III, un poco trabucándose, la verdad. Pablo Iglesias recomendó encarecidamente que todos se pusiesen a leer como locos la "Ética de la razón pura", libro que no existe (es la "Crítica de la razón pura", la CRP, para abreviar), y Albert Rivera no dejó de considerarla un referente fundamental, aunque él no la había mirado ni por el forro.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Ritmo de claqué




Esta semana ha empezado a llover. No mucho, la verdad, pero sí lo suficiente como para que mi hija Ana publicara en Glup-Glup "10 pelis ñoñis para un día de lluvia" (me las pido para Reyes); como para que mi ex-alumno Pompeyo, hoy profesor de música de la universidad, despertara con el ruido de la lluvia y lo celebrara publicando en Facebook la canción "And we Run" de John&Jehn; como para que mi amiga Zazou -la escritora Aránzazu Mantilla- dijera una de las frases más bonitas que he oído últimamente: "El sueño de la lluvia tiene ritmo de claqué".

lunes, 23 de noviembre de 2015

La librería a la vuelta de la esquina




Todos los que amamos los libros hemos tenido alguna vez una librería a la vuelta de la esquina, un sitio al que ir a hojear y a ojear, a revolver, a leer contraportadas, a admirarnos ante una nueva edición de un libro favorito, a comentar novedades con libreros amigos... Recuerdo hasta el primer día en que fui a uno de estos lugares fascinantes, cuando vivía en la Cruz del Señor. Estaba. como siempre, mariposeando entre libros, preguntándome si llevarme ese que tenía tan buena pinta o ese otro del que había leído buenas críticas, o directamente los dos, cuando se me acercó la librera, una señora de pelo gris y ojos brillantes, que me preguntó: "¿Eres profesora?". Cuando le contesté que sí, me dijo que es que los profesores tenemos una manera de acercarnos a los libros, "una mezcla de amor, respeto y familiaridad", que ella por lo menos distinguía, de tal manera que siempre acertaba. A partir de ese día, nos hicimos amigas y, cuando me hice cargo de la Biblioteca de mi centro, sus consejos, su creatividad y su sabiduría, me ayudaron en muchas ocasiones.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Mundo, demonio y carne


(Detalle de "El Jardín de las Delicias", El Bosco)

Cuando estábamos en el colegio, en aquellos ejercicios espirituales en los que, de los sustos que nos daban, no nos llegaba la camisa al cuerpo, se nos hablaba muchísimo de los tres enemigos del alma: el mundo, el demonio y la carne. Concretamente, de los peligros del mundo, de las acechanzas del demonio y de las tentaciones de la carne. Y, aunque la reacción lógica hubiera sido encerrarnos en casa o en un convento por siempre jamás, todos después nos lanzábamos alegremente al mundo, sin parar mientes en peligros y estrategias diabólicas. Qué es la vida sin unas cuantas tentaciones, nos decíamos.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Aires de tango




No hay testimonios concretos en los depósitos arqueológicos pero yo estoy convencida de que el baile y el que se te vayan los pies al ritmo de determinados sonidos está inscrito en los genes desde que el hombre es hombre. Hay imágenes de supuestos danzantes en las paredes de cuevas prehistóricas, y no hay más que ver a mi nieta Julia que, con 2 años y sin que nadie se lo haya enseñado, se pone a bailar como una loca en cuanto oye música.

lunes, 2 de noviembre de 2015

La mano del luthier




Mi marido creció rodeado de música. En casa de sus abuelos maternos, en donde vivió los 8 primeros años de su vida, sus tíos, solteros entonces, tocaban varios instrumentos: el laúd, la guitarra, el violín, el timple... También su familia paterna amaba la música. Su padre tocaba el timple y cantaba muy bien, y su tío Martín fue el dueño de "La guitarra", la tienda de instrumentos musicales que todavía hoy está en la Rambla de Pulido en Santa Cruz.

lunes, 26 de octubre de 2015

La familia y una más


Una como ésta gobernaba en mi casa

En mi casa, cuando yo era chica, aparte de mis padres, mis hermanos, mi primo, mi abuela y yo, vivía con nosotros una pariente (o, por lo menos, la considerábamos tan parte de la familia como cualquiera de nosotros). Esta se ponía a hablar de todo lo que se le ocurriera apenas nos levantábamos, nos acompañaba en desayunos, almuerzos y cenas, y no paraba hasta que el último de nosotros se acostara por la noche. Lo curioso es que, en vez de considerarla una plasta insufrible, todos la amábamos con lealtad. Esa pariente, omnipresente y locuaz, era La Radio.

lunes, 19 de octubre de 2015

Él estaba allí

Fernando y Patri el día de su boda en La Gomera con el Teide al fondo.

Por curiosidad o tal vez para comprobar las jugadas del destino, muchas veces he preguntado a los integrantes de una pareja estable cómo se conocieron. "Yo fui a pasar el verano con mis primos en San Andrés y él estaba allí", me contó mi madre. Mi amiga Lourdes conoció a Pepe, su futuro marido, cuando ella el día de San José entró en la cafetería del Hotel Aguere en La Laguna y dijo en voz alta: "¡Felicidades a todos los Pepes!", y él, que estaba sentado allí, se acercó a ella después para agradecérselo. Pili conoció a su chico, Juanse, en un viaje que hizo en barco con las monjas a Cádiz en el año 63. En el muelle estaba el novio de otra compañera con Juanse. Ella recuerda que, cuando lo vio, pensó. "Ese es para mí".

lunes, 12 de octubre de 2015

Mi Angela Channing




Carmen Delia y yo somos amigas desde hace 60 años. Estuvimos juntas los 10 años del colegio, hemos compartido fatigas, confidencias, tenderetes y viajes, y las dos nos dedicamos a la enseñanza y nos jubilamos a la vez hace 7 años. Eso quiere decir que sabemos de qué pie cojea cada una y a mí me da autoridad para decir que es una de las mejores personas que conozco. Nunca le he visto una mala cara y no sé de nadie que alguna vez se haya enfadado con ella.

lunes, 5 de octubre de 2015

Por una mirada, un mundo

Una de las canciones de marcha de nuestra infancia hablaba de "la mirada, clara y lejos". Pero la mirada que más nos enseña es la mirada cercana, que no solo nos devuelve el mundo sino también la mirada del otro.

lunes, 28 de septiembre de 2015

¡Adiós, Chanchullo!


(Bourne corriendo al "Viva María" a comerse un bocata de berros)
Me contaba mi amiga Ani una actuación en el Teatro Guimerá allá por nuestros tiempos juveniles. Se representaba un dramón en el que el actor principal, uno de aquí, se moría y largaba un adiós a la vida: "¡Adiós, mi mujer! ¡Adiós, mis hijos!..." Y, en esto, que ve en el palco pegado al escenario a un personaje del Santa Cruz de entonces al que llamaban Chanchullo, y no se pudo aguantar y se despidió de él también: "¡Adiós, Chanchullo!".

lunes, 21 de septiembre de 2015

Espejito, espejito...




De todos los chismes, objetos y cachivaches de una casa el más filosófico y metafísico es, sin duda, el espejo. Él te acerca cada día, si es que te atreves a mirarte en él, al conocerse a sí mismo que los antiguos griegos propugnaban como el primer y último objetivo del hombre. Él es el que te dice, por las mañanas, la verdad de la vida.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Hacerse el sueco




No sé de dónde exactamente salió la expresión "hacerse el sueco" para decir que alguien elude una responsabilidad o pasa de algo. Algunos lingüistas piensan que tiene su origen en los marineros suecos que arribaban a puertos españoles y aprovechaban su desconocimiento del idioma para entender solo lo que les interesaba. No parece, sin embargo, que lo de no ser responsables sea una de las características de la tierra que fundó IKEA, H&M o Volvo. Por eso, en estos últimos 10 días, en los que me hice un viajito por Suecia -ese país hermoso y limpio, que ama la luz-, me he ido fijando sobre todo en sus habitantes ¿Qué hacen los suecos?

lunes, 31 de agosto de 2015

Fiesta de pijama




Les juro que no he encontrado ni en Malinowski, ni en Marvin Harris, ni en Margaret Mead, reputados antropólogos y estudiosos de las costumbres humanas, ninguna referencia a las "fiestas de pijama". Sí es verdad que en todas las sociedades hay "ritos de pubertad", como, entre los okrikas de Nigeria, bajar las chicas al río a cantar días y días hasta que las rescatan; o el afilarse los dientes de las jóvenes mantuwai; o los niños que, en el Amazonas, tienen que ponerse un guante lleno de hormigas poroponeras, más piconas que una pimienta de la mala palabra, y aguantar 10 minutos sin gritar. Pero no hay nada parecido a esas fiestas que, de un tiempo a esta parte, hacen nuestros preadolescentes, o cocacolos, como los llama mi hija.

lunes, 24 de agosto de 2015

Sin noticias de Armenia




¿Ustedes han oído hablar de Armenia? ¿Verdad que no? Por lo menos, yo no sabía casi nada de ella -solo que era un país caucásico perdido entre Turquía, Rusia e Irán- hasta que mi amiga Ana, de la que ya les he hablado aquí, se marchó hace un par de meses a recoger líquenes a la Armenia profunda con unos cuantos locos como ella ¡y con 43º! (ya sé que parece exagerado pero Ana es capaz de ir hasta las mismas puertas del infierno si le dicen que allí es probable que haya parmelias perlatas). Y, cuando vino, me trajo noticias de Armenia.

lunes, 17 de agosto de 2015

Bajo el signo de Géminis




La semana pasada -de tormentas inesperadas sobre la isla- han nacido las mellizas. Son hijas y nietas de amigos muy queridos que se estrenan de padres y de abuelos. Los que lo somos desde hace tiempo sabemos que este es un momento-joya, un regalo para guardar, atesorar, regodearse y recordar con mimo cuando pasen los años. Y en este caso está, además, el añadido de que el milagro es doble, porque los gemelos y mellizos parecen tener un estatus especial.

lunes, 10 de agosto de 2015

El año del pedo




Supongo que muchos de ustedes conocen el cuento de "Las mil y una noches", "El año del pedo". Por si no se acuerdan, ahí les va. Un honrado y rico beduino llamado Abul-Hussein decidió un día casarse y eligió a una jovencita, hermosa como la luna llena. El día de la boda en Bagdad ofreció un espléndido banquete y todo el mundo, incluido el novio, bebió y comió hasta saciarse. Al final, las mujeres llevaron a la novia a la habitación nupcial y la prepararon para la llegada del esposo. Abul-Hussein entró con su séquito y se sentó un momento en el diván con dignidad. Pero al levantarse, tal vez por todo lo que había comido, se le escapó un pedo "terrible e inmenso". Todos disimularon hablando o tintineando ajorcas, pero Abul-Hussein, avergonzado, montó en su caballo y no paró hasta llegar a la India. Al cabo de 10 años, pensando que ya el hecho estaba olvidado y acuciado por la añoranza, volvió. Cuando iba llegando a su casa, vio a una niña a la que una anciana estaba despiojando y la oyó preguntar: "¿Cuántos años tengo, abuela?". La abuela contestó: "A ver... naciste en el año del pedo, así que tienes ¡10 años!". Abul-Hussein se quedó paralizado. Su pedo, su único fallo en una vida honorable, ¡había hecho historia! Se volvió y nunca más se le vio por allí.

lunes, 3 de agosto de 2015

Teoría del chasco




Hace poco leí la historia de un tal Steve Feltham que desde 1991 vive acampado a la orilla del lago Ness en Escocia con la esperanza de ver y capturar a Nessie, el supuesto monstruo prehistórico que, según las leyendas, vive en el fondo legamoso del lago. Steve renunció a su familia y a su trabajo, y se ha pasado ¡24 años! allí pegado día y noche (me lo imagino durmiendo con un ojo cerrado y otro abierto, por si en ese preciso momento a Nessie se le ocurriera asomar la cabeza), persiguiendo "una ilusión, una sombra, una ficción", como en "La vida es sueño". 

lunes, 27 de julio de 2015

Descubriendo la pólvora: los frikis




Según la RAE, la Wikipedia y las definiciones que ellos mismos se dan, un friki es:
a) una persona pintoresca y extravagante,
b) apasionada por un tema en particular, ya sean los alienígenas, el fútbol, los zombies o el planeta Plutón.
c) que tiene a gala llevar de vez en cuando indumentarias un tanto extrañas relacionadas con su afición (con lo cual carece por completo del sentido del ridículo),
d) por lo que mucha gente de la llamada "de provecho" no los ve con muy buena cara, que digamos.

lunes, 20 de julio de 2015

El sublime arte de escaquearse


Si en algo somos genéticamente especialistas los humanos es en escaquearnos de nuestras responsabilidades. Hasta mi nieta pequeña -que no llega a los 2 años y en el hablar está empezando con los verbos-, después de tirar un vaso o una figurita al suelo y causar un estropicio, ya sabe decir, con su preciosa sonrisa, un encogimiento de hombros y las palmas de las manos hacia arriba: "¡Se cayó!".

lunes, 13 de julio de 2015

El embrujo de una noche de verano




Algo tienen las noches de verano -llamémosle hechizo o embrujo o lo que sea-, cuando Shakespeare y Woody Allen le han dedicado obras. Son, como dicen Les Luthiers en "Añoralgias", "noches cálidas de fantasía, pobladas de magia, de encanto infinito...". Todos tenemos noches así en el recuerdo y, ahora, en estos días de julio, cuando a la caída de la tarde la brisa del mar alivia el calor, es una gozada sentarse fuera, a la fresca, con la mente en paz y el diálogo presto, tal como han hecho desde siempre las gentes de las islas.

lunes, 6 de julio de 2015

Calladitos están más guapos





Esta semana se ha estrenado la Ley Mordaza y anda el personal alborotado a cuenta de ella. En los periódicos y redes no paran de salir chistes e ironías ("Tengo que bajar un momento a la calle ¿Alguien sabe si, aparte de la Ley Mordaza, Rajoy ha ordenado el toque de queda?"), manifestaciones de personas con la boca tapada, protestas de todo tipo y exhortaciones de la ONU pidiendo su retirada porque "amenazan con violar derechos y libertades fundamentales de los individuos" y "socavan los derechos de manifestación y expresión" de este país.

lunes, 29 de junio de 2015

Ay, ay, ay, ay, ay, ay...




Una se apresta una tarde de un domingo plácido de junio a leer los periódicos atrasados de la semana (ya saben que la vida de una jubilada es una vorágine y no hay tiempo para casi nada). Una se sienta en una hamaca en el patio -brisa suave, cielos azules, buena temperatura- y empieza con la mejor de las disposiciones a digerir esas ristras de noticias que son la alegría de la huerta: nueva ley de Educación para el curso que viene con la Reválida amenazando ¡otra vez! (ay); pelea ¡por dinero! entre Unión Europea y Grecia (ay, ay); Estados Unidos envía 250 tanques para hacer frente a la amenaza rusa (ay, ay, ay); yihadistas asesinando en tres continentes (ay, ay, ay, ay); malversaciones, huelgas de hambre, espionajes a países supuestamente amigos, desplazados forzosos a causa de las guerras (42.500 personas ¡al día!)... Ay, ay, ay, ay, ay.

lunes, 22 de junio de 2015

Aquí mando yo




Yo tengo una teoría, que no he visto en parte alguna, sobre los dictadores, y que, generosa como soy, hoy publico a los cuatro vientos para que después me la fusile alguno de los tantos copiones que hay por ahí. Lo veré firmando un ensayo sobre ella en alguna Feria del Libro, pero ustedes y yo sabremos que la idea inicial fue mía.

lunes, 15 de junio de 2015

Un respetito es muy bonito




Soy un árbol, y esto ya es decir mucho. Pertenezco a una especie noble y antigua, que vive en la Tierra desde el principio de los tiempos. Antes del hombre, antes de los dinosaurios, nosotros estábamos aquí.

lunes, 8 de junio de 2015

Lección inacabada




Si hay algo que a los profes nos repatea (aparte de corregir exámenes) es dejar una lección inacabada, una clase a medias. Ahí tienen a Fray Luis de León que tuvo que interrumpir la suya para pasarse 5 años en la cárcel (por majaderías de la Inquisición) y que, cuando volvió, siguió como si nada hubiera pasado con su "Como decíamos ayer...".

jueves, 28 de mayo de 2015

Guerra y paz en el país de las mil islas




Los que vivimos en tierras que no han sido castigadas desde hace muchísimo tiempo por uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis, la Guerra, solemos tener el pensamiento de Susanita, la de Mafalda, cuando, después de leer las desgracias mundiales, espeta: "¡Aaaaah!.., ¡Por suerte, el mundo queda tan, tan lejos!...".

lunes, 11 de mayo de 2015

Un tesoro en una maleta




El padre de mi amiga Nieves, José Salguero, no se separaba nunca, en los continuos viajes que hacía, de una pequeña maleta en la que decía que guardaba un tesoro. El tesoro era motivo de bromas en la familia, y unos apostaban por las joyas de la corona, poco menos, y otros, por flejes de billetes bien colocaditos, como se ven en las películas. Cuando el padre de Nieves murió y abrieron la maleta, encontraron, sí, un tesoro inesperado: cuatro poemas inéditos y manuscritos de Ramón Perelló.

lunes, 4 de mayo de 2015

El hombre que hablaba en gerundio:




Mi profesor de Historia de la Filosofía en la Complutense de Madrid se llamaba Don Adolfo Muñoz Alonso y era todo un personaje. Bajito, pero con una mirada fiera de gigante y una personalidad arrolladora, protagonizó alguna de las escenas más curiosas de aquellos años. Como cuando en pleno mayo del 68, en un vestíbulo de la facultad de Filosofía repleto de asamblearios en huelga, se presentó, más chulo que un torero, con la camisa azul de falange. O como cuando, el primer día de clase, nos decía que, si solo veníamos a por el aprobado, ya nos podíamos ir porque él nos lo daba, "Junto con mi desprecio", añadía. Ninguno se atrevió nunca a pedírselo.

Eso sí, era, como todos mis profesores, un cultivador de la palabra precisa, un excelente orador que soltaba sus frases mirándonos fijamente, vocalizando con una voz clara y tonante y haciendo las pausas justas, como aquel que echa una piedra al agua y se queda después mirando las ondas resultantes. Preocupado por el buen hablar, un día nos dijo: "¡Cuidado con los gerundios porque son el servicio doméstico del lenguaje! Y ya sabemos que el servicio doméstico es el que menos servicio presta".

Me acordé de Muñoz Alonso y de su frase la otra noche , en la cena de los viernes con los amigos, en la que Manolo nos contó que su dentista hablaba en gerundio. "Sentándose", dice nada más verlo entrar en la consulta. "Abriendo la boca...", "Encontrando una caries...", "Enjuagándose...", sigue desgranando después gerundio tras gerundio. Según la teoría de Manolo, el padre del dentista repartió entre sus hijos las funciones gramaticales e, igual que a éste le tocó el gerundio, a otros el participio o el pretérito perfecto.

Todos nos reímos, claro, pero luego pensé que la teoría de Manolo no es tan disparatada. Nada más echar un vistazo alrededor y oír a los que nos rodean, es fácil sacar un catálogo de tipos que tienen también una especialidad gramatical definida. Les pongo una muestra, elegida al azar:

El hombre que habla en esdrújulas: Las reparte alegremente en escritos, discursos y, sobre todo, panegíricos: "Es un autor prolífico, honorífico y de carácter libérrimo", dice, por ejemplo. Es, por supuesto, más partidario de la república que de la monarquía, y su héroe es Don Mendo, en la escena en la que dice: "Siempre fuisteis enigmático, y epigramático, y ático, y gramático y simbólico. Y, aunque os escucho flemático, sabed que a mí lo hiperbólico no me resulta simpático".

El hombre que habla en adverbios: Se le llena la boca con todos los terminados en "mente", cuanto más largos, mejor: trascendentalmente, ultraexclusivamente, escatológicamente, transgenéricamente, pluscuamperfectamente...De esta manera consigue alargar un discurso que duraría 5 minutos en uno de media hora. Su heroína sería la "Heredera con demasiado tiempo libre" del libro de Belén Barroso (lo comenté aquí), que en un determinado momento dice: "No tengo excusa, lo sé, pero había amanecido un día extraordinariamente soleado, me pareció que el campo de batalla se encontraba inusualmente tranquilo y me sentí súbitamente aventurera, además de profusamente adverbial, como habrás advertido".

El hombre que habla en infinitivos: Su terreno son los discursos políticos y, ahora que estamos en elecciones, está en su salsa, soltando infinitivos a granel al empezar sus frases, como quien siembra margaritas: "Decir que vamos a arreglar esto y lo otro, decir que vamos a regalar hasta las cotufas del cine a quien nos vote, decir que los otros lo hacen peor..." Su personaje favorito es, lógicamente, Lola Flores y su frase lapidaria en la boda de Lolita: "¡Si me queréis, irse!".

El catálogo se haría mucho más largo con "el hombre del ya si eso", "el hombre de las palabrotas", "el hombre der sordado y la farda", "el hombre de los emoticonos", "el hombre del dequeísmo y el queísmo" (y quien dice "hombre" dice "mujer", eh) y con todos los que asesinan impunemente la lengua, esa herencia que se nos entrega de pequeños y que son "las manos con que amasamos el mundo de las relaciones humanas". Aristóteles -otro cuidador de las palabras- ya nos dijo que el hombre es social precisamente porque se le ha dado el tesoro del lenguaje, que nos sirve para hablar de lo justo y lo injusto, de lo bueno y de lo conveniente. Y en vez de cuidarlo con esmero, como se cuidan todas las herencias, lo destrozamos y ninguneamos. "Hemos olvidado el privilegio de esa conquista por la que somos una especie distinta entre los animales", que diría otro de mis profesores, don Emilio Lledó.

Así que decir que enfureciéndome yo sobremaneramente con estos mayúsculos despropósitos.




lunes, 27 de abril de 2015

¿Qué me pongo mañana?




Me manda mi cuñada una foto de los tiempos del colegio. Ahí entre esa multitud de niñas vestidas con el uniforme de gala en el patio de mi colegio, estoy yo, hormiguita entre las hormiguitas. Ni siquiera ampliando la fotografía puedo reconocerme (y diría que de eso se trata, de perdernos entre la hojarasca).

lunes, 20 de abril de 2015

Pasiones que no comprendo




Mi peluquero Sebas es un apasionado de las motos y, a veces, entre champús y masajes capilares, me cuenta sus odiseas de motero. Como cuando se fue desde Cádiz al Cabo Norte -19.000 km. de ida y vuelta- a ver el sol de medianoche y las auroras boreales. Estuvo montado en la moto durante 11 días a una media de 1.700 km. diarios, sin pararse apenas, solo para dormir y comer un poco. Una vez, incluso, no encontraron albergue ninguno en medio de la noche noruega y se quedaron, él y sus compañeros, debajo de un puente con las motos en círculo alrededor, dándoles calor.

lunes, 13 de abril de 2015

Horizontes lejanos




Hay personas, nómadas y aventureras, viajeros intrépidos (Herodoto, Livingstone...), que viajan por viajar, hablan un montón de idiomas para comunicarse con el otro y se meten en lugares recónditos y desconocidos, donde el diablo perdió los calzones, para, al cabo del tiempo, volver y contárnoslo.

lunes, 6 de abril de 2015

Carta de Jane Austen a Belén Barroso, autora de "Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre"





Querida Belén:

Mi amiga Jane Jubilada amablemente me ha hecho llegar tu libro "Confesiones de una heredera con demasiado tiempo libre". No sabes lo que le agradezco este detalle, porque, si a ti te parecía sumamente aburrida la Inglaterra de mis tiempos, imagínate cómo serán estos celajes en los que moro desde hace 198 años. Ni siquiera tenemos el entretenimiento (del que tú te has percatado) de llevar a las familias necesitadas lengua en salsa o huevos en salmuera, Una juerga es esto, te lo digo yo.

lunes, 30 de marzo de 2015

La tela de araña




Esta semana el mundo occidental se ha tragado, con un nudo en la garganta, la tragedia de 149 personas asesinadas, sin escrúpulos de ningún tipo, por quien tendría que haberlos conducido con mano firme a su destino. La catástrofe de los Alpes franceses nos ha sacudido, atemorizado y sumido en el estupor de lo incomprensible. Los que vivimos en islas y dependemos del avión para cualquier traslado, los que tenemos hijos a los que, por motivos de trabajo o estudios, no les queda más remedio que estar del tingo al tango (mi hijo vivió un tiempo en Düsseldorf e hizo más de una vez ese viaje), los que, incluso después de tantos años viajando, sentimos que eso de estar suspendidos entre el cielo y la tierra no es normal, no podemos evitar el escalofrío y el temor ante próximos viajes.

lunes, 23 de marzo de 2015

lunes, 16 de marzo de 2015

Mi casa es mi castillo




Toda persona tiene inscrito en sus genes, estoy segura, el afán de tener un lugar donde vivir que sea enteramente suyo. Un sitio íntimo, recogido, privado, en el que del mundo exterior solo entren aquellos que tú quieras.

lunes, 9 de marzo de 2015

Baby boom




Esta semana, Álvaro, mi cuarto nieto, ha nacido con la luna llena. Ha saludado al mundo con un grito que se ha oído más allá del paritorio, en la sala donde otros abuelos esperaban el milagro que es el nacimiento de un niño. Todos hemos sonreído y algunos (yo, por supuesto), llorado. No hay mejor ocasión para la risa y el llanto que ver y oír nacer a un nuevo ser.

lunes, 2 de marzo de 2015

Pompas de jabón




Hace cosa de un par de años salió en la tele un anuncio en el que un niño abría un regalo y descubría, extasiado y maravillado, que dentro había ¡un palo! Ahí es nada, un palo. Que puede ser transformado en remo, en escopeta, en estandarte de un castillo.

lunes, 23 de febrero de 2015

Descubriendo la pólvora II: los memes




En aquellos tiempos en los que yo daba clase, recuerdo hablarles a mis alumnos en una clase de sociología sobre los memes. Asombrada porque, de repente, ese curso no hubiera clase en la que todo el mundo no apareciera con una botellita de agua que colocaban sobre su pupitre (cosa que nunca en la vida había pasado), les conté que eso era un meme, les hablé de Richard Dawkins y de su libro "El gen egoísta" en el que acuñaba el término, y, luego, nos pasamos un rato estupendo descubriendo los memes que circulan entre nosotros, constatando que muchas veces no somos conscientes de ellos y aceptando que los seguimos ciegamente, más felices que Ricardito, como si se nos hubiera ocurrido a nosotros la idea del siglo.

lunes, 16 de febrero de 2015

Todo el mundo tiene secretos




Todo el mundo tiene secretos. De esta premisa parte "No te lo vas a creer", un libro de una de las escritoras que mejores ratos me ha hecho pasar, Sophie Kinsella. La protagonista, Emma Corrigan, tras una desastrosa reunión de negocios y 3 vodkas de consolación en el aeropuerto, hace un turbulento viaje en avión en el que, convencida de que va a morir, le empieza a contar a su desconocido compañero de asiento sus más íntimos secretos, desde que su bolso de marca es falso a que no sabe si tiene punto G, desde que falsificó la nota de matemáticas en su curriculum a que no soporta el tanga. Todo el tiempo en el que el avión va dando terroríficos bandazos, ella deja escapar un torrente de frases de su boca, sin medida ni prudencia, como si fuera agua de una catarata: "... peso 61 kg., no 56 como cree mi novio... no conseguí acabar "Grandes esperanzas" pero actué como si lo hubiera leído... él se sabe de memoria los diálogos de todas las películas de Woody Allen y me saca de mis casillas...". El hecho de que, después, el hombre al que le suelta toda la perorata sea precisamente el superjefazo de la compañía internacional donde Emma trabaja, es un ingrediente más que salpica de situaciones cómicas la historia.

lunes, 9 de febrero de 2015

Corujas y corujos




En Canarias llamamos corujas a las lechuzas y a otros bichos parecidos que pululan y emiten chillidos por las noches, como si fueran niños chicos ante un regalo. En la huerta de mi casa habita una familia  que suele pegarnos sustos de muerte cuando vuelan de naranjo a naranjo.

lunes, 26 de enero de 2015

¡Qué pelete!




En estos días en mi isla el tema preferente de conversación no ha sido ni que Repsol haya reculado en las prospecciones, ni que los carnavales estén ya al caer. No, no, el tema -el trending topic, para que vean qué puesta estoy en el lenguaje de las redes sociales- ha sido el frío inclemente que se nos ha metido hasta el tuétano, el pelete, el biruje, el grajo que vuela bajo.

lunes, 19 de enero de 2015

Volare, oh, oh...




Cuando leí hace poco que en el Aeropuerto de Barajas vivía un montón de personas sin hogar, me pareció hasta lógico ¿No es un lugar público? ¿No lo pagamos entre todos? Pues para que estén muriéndose de frío debajo de un puente (otro lugar público), mejor que estén allí, calientes y con servicios.

lunes, 12 de enero de 2015

La risa, lenguaje del alma




Mi amiga Conchi me hizo hace un tiempo un regalo especial y distinto, el recuerdo, que le contó su tía Ina, de una escena vivida por mis padres en un tiempo en el que yo aún no había nacido: una reunión de amigos un día de fiesta y ocio en el Monte de las Mercedes. Entre comidas, charlas y canciones, mi madre -joven (21 años) y embarazada de mí- se sube riendo a un columpio grande que existió mucho tiempo en el Llano de los Viejos. Mi padre, temeroso, le pide que se baje, pero ella no le hace caso y sigue columpiándose gozosamente en el aire mientras ríe a carcajadas. Ina, 67 años después, todavía se acuerda de esa risa, sana y liberadora, de mi madre, y su eco todavía resuena también en mi memoria.

Algo debe haberme transmitido a mí, al proyecto de bebé que en ese momento se columpiaba con ella, porque nunca me he tomado a mí misma demasiado en serio. Igual que dijo Camus, "el sol que brilló sobre mi infancia me curó de todo resentimiento".

En el colegio, los curas que nos daban las charlas en los ejercicios espirituales nos pintaban todo un mundo infernal de terrores espeluznantes, queriendo transmitirnos la idea de que, al menor pecado, ya sobrevendría el llanto y el crujir de dientes. Pero yo siempre me acordaba en esos momentos de la película "Pollyanna", en la que la niña (Hayley Mills) le dice al cura iracundo (Karl Malden) que en la Biblia hay 800 versículos que hablaban más de la alegría que del temor. Y siempre, después, me atrajeron los autores que usaban el humor como arma y seducción: Jardiel, Wodehouse, Wilde, Cervantes, Kennedy Toole, Sharpe, Mendoza, Austen...

Siguiendo a María Zambrano que, tan filósofa ella, decía lo de "vamos a ser serios del modo más alegre", el humor y los humoristas siempre se han reído de todo lo divino y lo humano, vacilando con las cosas más serias del mundo. Con la crisis ("-¿Qué te ha dicho el psiquiatra? -Que si le podía dejar 20 euros"  de Forges); con el hambre (Escobar con Carpanta y sus pollos); con la muerte (véase Nieves Concostrina y sus libros "Polvo eres..." y "... Y en polvo te convertirás"); con la guerra (Gila y su "¿Es ahí la guerra? Que vengo por lo del anuncio del periódico..."); con la paz ("Hablaban de paz y se daban grandes estacazos con ramos de olivo" de El Roto); con las dictaduras (Franco sujetando una urna y diciendo: -¿Veis? Aquí están las urnas. -¿Y las papeletas? -¿Veis como se os da la mano y os tomáis el brazo? de Sir Cámara); con Dios ("Mándanos, Señor, agua para los campos. Pero con cuidado que siempre te pasas", Máximo); con Mahoma (tapándose la cara con las manos y diciendo: "¡Qué duro es ser amado por gilipollas!", de Cabu, uno de los humoristas asesinados estos días)...  En estos tiempos de convulsión y tristeza, basta una metedura de pata de algún personaje, una abdicación o un nuevo rey, cualquier pequeño Nicolás o evento famoso, para que al instante las redes se llenen de chistes y juegos de palabras. La risa y la imaginación al poder.

Por eso, porque el hombre es el único animal capaz de reír y sonreír, porque la risa es el lenguaje del alma (Neruda) y está grabada en nuestros genes -igual que en los míos la risa de mi madre-, es por lo que nos ha horrorizado tanto esta semana pasada la acción antinatura de los fanáticos contra los humoristas de "Charlie Hebdo". Igual que el monje que, en "El nombre de la rosa" de Umberto Eco, justifica crímenes para impedir que se conozca un tratado de Aristóteles sobre la comedia, los intolerantes, los dictadores, los poseedores de "la verdad" no soportan el humor y matan, persiguen y amenazan porque la risa, el más humano de los derechos, libera al hombre de sus miedos. 

Cuando este verano el viceprimer ministro turco dijo en un discurso que la risa en las mujeres era un pecado indecoroso, la reacción de miles de mujeres turcas fue difundir masivamente fotos suyas riéndose a carcajadas. Ojalá pudiéramos ahora hacer lo mismo y no sucumbir ante el dios del miedo. Ojalá que, en medio de la tristeza, la risa y el humor sigan siendo, como dice Manuel Rivas, una estrategia curativa del dolor.



(El diseño de la frase de María Zambrano es de Virginia Manzano, que hace con los lápices lo que quiere. Lo presentó bajo el título "Un mantra para hoy y para todos los días..." en su sorprendente blog)

lunes, 5 de enero de 2015

No nos queda nada




Una de las experiencias que mi amigo Juancho y yo hemos compartido -aparte de ser compañeros de trabajo y amigos durante muchos años- es la subida en Las Cañadas a la Degollada de Guajara, esa montaña escarpada que, en aquella excursión, debíamos coronar para después bajar al insólito e increíble Paisaje Lunar de Vilaflor. Como Juancho siempre ha sido ágil y buen escalador, llegó antes que todos nosotros a la cima. Y desde allí se quedó sentado, viéndonos a todos los que, afanados, nos agarrábamos, resoplando, a las rocas con manos, pies y hasta dientes, mientras nos decía a grito pelado: "¡No les queda nada!".

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