lunes, 29 de diciembre de 2014

La magia absurda de la navidad




El sábado pasado incorporé al blog un post de hace 4 años que llamé "El villancico cruel". Y, como andamos estos días entre villancicos, hoy voy a hablar de otro que podríamos llamar "el villancico absurdo". Y que conste que no tengo nada contra los villancicos (aparte de compadecer a dependientes y cajeros de los supermercados por tener que oírlos una y otra vez durante todo el mes de diciembre). Mi marido, que los colecciona, tiene algunos preciosos, dignos de figurar junto a la mejor música clásica. Pero esto no quita para que cuestionemos alguno de ellos.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Abrazos en rebajas




El otro día en el periódico -camuflado entre investigaciones por corruptelas, denuncias, problemas en la valla de Melilla, redes que usan a a menores y a mujeres, estafas, sectas...-, encontré una noticia curiosa, y sin embargo, no muy distinta: Samantha Hess, de Oregon, Estados Unidos (¿dónde, si no?), ha abierto la primera tienda de abrazos del mundo. Por 60 euros la hora, ella y sus empleados te dan unos cuantos achuchones con los que "obtendremos -dice- el nivel de contacto humano óptimo que queremos o necesitamos para ser nosotros mismos".

lunes, 15 de diciembre de 2014

Con buena letra




Una de las asignaturas más importantes de la educación de mi generación era la Caligrafía, el arte de escribir a mano con hermosa letra. Eso, bella o buena letra, es lo que significa etimológicamente "caligrafía" (por lo que decir "mala caligrafía" es un contrasentido y decir "buena caligrafía" es una redundancia).

lunes, 8 de diciembre de 2014

Leyendas de la Tierra Límite




Era justo ese momento entre el sueño y el despertar, en el que la cama todavía es un refugio cálido y la realidad, con sus aristas, aún no ha hecho acto de presencia. La despertó el tamborileo de la lluvia sobre las hojas del limonero del huerto. La habitación estaba en penumbra, pero los árboles, acusadores, proyectaban su sombra sobre el techo y la pared. A finales de ese mes, habría terminado la floración de los frutales y los pétalos más endebles caerían para dejar paso a los frutos. Pero ella ya no estaría allí para verlo.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Toma castaña




Cuando yo era chica, en los veranos de Los Realejos, íbamos de vez en cuando caminando a Los Castañeros, un bosque de castaños que estaba antes de llegar a Icod el Alto. Me gustaban aquellos árboles de gruesos troncos y corteza quebrada que parecían acogerte bajo su sombra, mientras sacábamos meriendas y jugábamos a su alrededor, muchas veces a abarcar con las manos unidas, entre todos los niños, su perímetro.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Sirviendo a la Patria




En el verano del 66 unas 50 universitarias de alrededor de 18 años nos encerramos durante un mes en el Albergue de la Playa de San Marcos para hacer el Servicio Social.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Historias de Los Sauces: los nombretes




Dicen que en los pueblos antiguos a cada persona se le imponía un nombre y, luego, el brujo de la tribu añadía otro sobrenombre, secreto y esencial, que nadie podía conocer. En Los Sauces ocurre justamente al revés: todos tienen el nombre con que sus padres los bautizaron y, además, un sobrenombre, apodo, o, como decimos aquí, nombrete, que no solo no es secreto sino que muchas veces es más conocido que aquel que figura en el Registro.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Buzón de sugerencias




Una de las ventajas de vivir en Tenerife es que hoy lunes, 10 de noviembre, puedes estar bañándote en el mar. Una de las ventajas de ser jubilada es que hoy lunes, 10 de noviembre, puedes estar bañándote en el mar.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Descubriendo la pólvora(I): Los selfies




La gente joven de ahora cree haber descubierto la pólvora con los selfies. Estés donde estés y a menos que te descuides,  cualquiera de tu alrededor saca el móvil -ese aparatito multifuncional que lo mismo sirve para echar una parrafada que para encontrar la receta de las croquetas- y hace una foto estirando el brazo hasta donde dé. En ella sale el -manco- autor de la foto y con él, tú y los que te acompañan, así sea el Orfeón Donostiarra; y más allá el paisaje -un atardecer, el Tajmahal o la Feria de Chipiona-.

lunes, 27 de octubre de 2014

Días para guardar




Hay días para olvidar -que, sin embargo, no olvidas-: aquel en que te dijeron que a un ser querido le queda poco tiempo de vida, cuando te enteras de la traición de un amigo, cuando tuviste un dolor, también del cuerpo, y te encuentras indefenso, cuando te suspenden (injustamente, por supuesto) de Hogar y Labores en el Bachillerato...

lunes, 20 de octubre de 2014

Perplejidad en el Convento



La perplejidad puede tener varios matices: asombro, extrañeza, desconcierto, sorpresa, confusión, incertidumbre... Este sábado todos ellos se me mezclaron al hacer una visita con el grupo "Lo que las Piedras cuentan" al Convento de clausura de las Claras de La Laguna.

lunes, 13 de octubre de 2014

Estar de morros




Es una verdad mundialmente reconocida que yo no me enfado (casi) nunca. Y que, si lo hago, se me pasa enseguida. Incluso mi marido, que vive conmigo y aguanta mis despistes y majaderías (y se enfada), admite ante todo dios que tengo mejor carácter que él. Aunque sigue rezongando, después, que con mi "fue sin querer" lo quiero arreglar todo.

lunes, 6 de octubre de 2014

La casa en la que durmió Mozart




En Austria, en donde estuve la semana pasada, te puedes sentir como Heidi, si subes hasta los pueblitos de los lagos alpinos, con sus praderas verdes, sus vaquitas y sus montañas, ahora ya coronadas de nieve. Te puedes sentir como Sissi, si te tomas un café en la terraza del palacio Fuschl -el Possenhofen de la película- en una mañana radiante sobre el lago. Te puedes sentir Fräulein María, la protagonista de "Sonrisas y lágrimas", si paseas por Salzburgo, donde hasta puedes imaginar –ya mi hijo me advirtió de que tuviera cuidado– que te cae un niño de los árboles al compás del horriblemente mal traducido "Do es trato de varón". Pero por encima de todo, en Austria lo que te sientes de verdad  es un espectador de un gigantesco espectáculo musical.

lunes, 22 de septiembre de 2014

La casa del abuelo




La casa de los abuelos de mi marido, en El Tanque, al norte de la isla, es una casa de campo de las de aquí: una casa de planta cuadrada, con su tejado, su balcón corrido, su lagar, sus bodegas, su corral de las cabras, su cuarto de las papas y, en la huerta, lo que ellos llamaban "la lata", un palo tendido sobre otros tres en el que ponían a secar las piñas de millo.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Helarte por el arte

A veces, como en este título, hacemos malabarismos con el lenguaje: "helarte por el arte" juega con los distintos significados de dos palabras con una misma pronunciación. Pero al mismo tiempo, esconde una propuesta, la de que de vez en cuando hay que hacer lo que se pueda -incluso morirte de frío, cosa que por ahora no es que vaya a pasar- por disfrutar de las obras de aquellos que nos muestran que todavía el mundo es mágico: los artistas.

lunes, 8 de septiembre de 2014

La era de los descubrimientos




Recibo por guasap un correo -de esos que van y vienen y que supongo que todos han visto- donde defienden la hipótesis de que Colón descubrió América porque era soltero. Si hubiera tenido mujer, ésta le hubiera dicho cosas como "¿Y por qué tienes que ir tú? ¿Y por qué no mandan a otro? ¡Todo lo ves redondo! ¿Estás loco o eres idiota? ¡No conoces ni a mi familia y vas a descubrir el nuevo mundo! ¡Ni siquiera sabes a dónde vas! ¿Y sólo van a viajar hombres? ¿Quién se lo va a creer?¿Y por qué no puedo ir yo si tú eres el jefe? ¡A mí nunca me llevas de viaje! ¿Y quién es esa tal María? ¿Qué Pinta? ¿Y dices que es una Niña?... ¡A mí me vas engañar! ¿Qué la Reina va a vender sus joyas para que viajes? ¿Me crees tonta o qué? ¡A saber qué tienes con esa vieja! ¡No permitiré que vayas a ningún lado! ¡Siempre te las apañas para dejarme sola!  No va a pasar nada si el mundo sigue plano. Así que ni te vistas porque ¡¡¡no vas!!! ".

lunes, 1 de septiembre de 2014

La foto antigua



En toda casa hay una gaveta, un armario o un baúl al que van a parar las cosas perdidas. Son lugares para rebuscar y encontrarte de pronto con fotos olvidadas, con recortes antiguos (¿Para qué querría yo ese artículo sobre la guerra del Vietnam en el año 70?), o con objetos que alguna vez ocuparon un lugar mejor.

lunes, 25 de agosto de 2014

Y no nos dejes caer en la tentación




Me encanta tomarme un café. Como dice el proverbio, un café "negro como la noche, ardiente como el infierno, fuerte como el pecado y dulce como el amor". Es la tentación perfecta, déjate de sirenas cantarinas, de brujas con manzanas rojas envenenadas o de tesoros escondidos en cuevas que se abren al grito de "¡sésamo!". Un café tomado al levantarse, a sorbos, lentamente, mejor todavía si se tiene una terraza desde la que se vea el mar y te puedas perder en el azul mientras tu cuerpo va renaciendo. O un café paladeado después de comer, en esas sobremesas tranquilas donde no te levantas ni para recoger. O un café a media tarde, cuando el ritmo del día declina y se impone un descanso...

lunes, 18 de agosto de 2014

Una linda guachinanga, válgame Dios...




Mi amiga Loque no conoce Tenerife. Sí, ya sé que hay tropecientas mil personas que tampoco lo conocen, pero allá ellos. Una desea para los amigos que no se pierdan este "vergel de belleza sin par" o que se pierdan en él, que para el caso es lo mismo.

lunes, 11 de agosto de 2014

Nada es eterno




"Cierto día, cuando (Wendy) sólo contaba dos años, estaba jugando en un jardín; arrancó una flor y corrió a llevársela a su madre. Es de suponer que debía estar encantadora, pues la señora Gentil, poniéndose una mano sobre el corazón, exclamó: "¡Oh! ¿Por qué no habrías de quedarte así para siempre?". Nada más que esto sucedió entre las dos, pero, desde entonces, Wendy supo que crecería. Se sabe esto siempre después de cumplir los dos años. Los dos años son el principio del fin".

lunes, 4 de agosto de 2014

Contra diligencia, pereza




Si ahora les preguntáramos a nuestros hijos y nietos por los pecados capitales, muchos nos contestarían: "¿Los qué?". Y, sin embargo, los que fuimos niños en los 50 y 60 los tenemos grabados a sangre y fuego, fruto de años de catequesis y lavados de coco.

lunes, 28 de julio de 2014

El sueño del girasol




Imagínate que eres un hombre soltero y rico que ha hecho su fortuna en América en el siglo XIX y que vuelve a su tierra, en el norte de España, con el sueño de hacerse allí su casa ideal. Amas el pueblo de amplios espacios verdes y casas señoriales, el mar cercano, la tranquilidad y la paz.

lunes, 21 de julio de 2014

El coach ontológico




Cuando yo estudiaba la especialidad de Filosofía, mi asignatura odiada era Metafísica u Ontología. La Ontología es, nada más y nada menos, la "ciencia de las esencias" o el "estudio del ente en cuanto ente". Nuestro profesor de Metafísica -que tiene, por cierto, una calle dedicada en su pueblo natal de León- nos daba desde lo alto de su tarima clases magistrales que siempre acababan del mismo modo. Sobre cualquier tema, Aristóteles dijo esto, Descartes esto otro, Kant lo de más allá... Y, cuando terminaba de hacer el repaso por los autores, se quedaba un momento en silencio, se ponía una mano en el pecho y, con voz profunda, concluía: "Y la opinión de la Cátedra es...". Y ahí daba él su solución, que era calcadita a la de Santo Tomás.

lunes, 7 de julio de 2014

Y nos dieron las 2...




No sé si han visto que desde el día 21 de junio, día del solsticio de invierno en el hemisferio sur, los dirigentes bolivianos han cambiado los números del reloj. No es que los hayan cambiado por palos o machanguitos o flores o lunas y soles, como algún reloj surrealista y cursilón que he visto por ahí, no. Han cambiado todos los números de sitio, menos las 12 y las 6, han puesto a la izquierda del 1 al 5 y a la derecha del 11 al 7, han decidido que las manecillas giren hacia la izquierda y se han quedado más anchos que Pancho.

lunes, 30 de junio de 2014

Un silbido traumático




No sé silbar. Mientras a mi alrededor todos, hasta mis nietos, asombran al personal con su catarata de arpegios silbados, o en la isla vecina hay quien se comunica todavía de risco a risco con el lenguaje del silbo gomero, yo me limito a farfullar un resoplido al más puro estilo soplavelas. Vamos, que si yo fuera Humphrey Bogart,  y Lauren Bacall me dijera aquello de "si me necesitas, silba", yo le contestaría: "Si no te importa, mejor te mando un guasap".

lunes, 23 de junio de 2014

El reposo del guerrero




Era la paloma número 165508-08 del palomar de palomas mensajeras. Venía de una larga estirpe de campeonas. De color blanco puro, sólo enturbiado por la pincelada negra en una de las plumas timoneras de la cola, cabeza bien formada y ojos dorados, su nacimiento fue cuidadosamente anotado y saludado como se merecía: he aquí a una luchadora.

lunes, 16 de junio de 2014

Una utopía de andar por casa




En Inglaterra hay un pueblito llamado Todmorden que se ha planteado en serio lo de la alimentación colectiva, y ha plantado de verduras, hierbas y árboles frutales 70 espacios públicos. Cualquiera que, por ejemplo, quiera hacerse un potaje, no tiene más que acercarse al huerto más próximo y coger gratuitamente su calabaza, su bubango, sus papas y sus acelgas. Hay 280 voluntarios que dedican dos mañanas al mes a cuidar de las huertas, tal como si fuera el huerto de su casa. Lo público es lo privado.

lunes, 9 de junio de 2014

Vivir como un pachá




Al lujo siempre se le ha añadido el adjetivo de "asiático", tal vez recordando los cuentos de las Mil y una noches, llenos de caravanas cargadas de tesoros o de cuevas que al grito de "¡Ábrete, Sésamo!" nos deslumbraban con el brillo cegador de joyas preciosas y monedas de oro.

lunes, 2 de junio de 2014

Les diré que llegué de un mundo raro...




"Les diré que llegué de un mundo raro..." dice una canción que cantamos en las parrandas de los amigos. Pero a veces pensamos que no hace falta otro mundo del que llegar, porque, para mundo raro, el nuestro.

lunes, 26 de mayo de 2014

Historia de un canchanchán




En Canarias llamamos canchanchán a la persona poco competente en un oficio o profesión, y, por extensión. al que hace las cosas al taponazo o las deja a medio hacer, no pensándolas ni previendo consecuencias. Por usar otro canarismo que también se usaba mucho en mi casa, canchanchán es uno que no tiene tanchel (juicio, sesera).

lunes, 19 de mayo de 2014

Mitómanos y mitómanos




Se define la mitomanía como la tendencia a convertir a los personajes famosos en mitos e ídolos a los que adorar. Vamos, que te partes el culo por ir detrás de un famoso, pedirle autógrafos, retratarte ante su casa, comprar prendas con su cara o su nombre y seguir su estela por todos los medios. Algo que yo, que no soy nada mitómana, francamente, no comparto.

lunes, 12 de mayo de 2014

¡Y hoy es martes, gran Dios! ¡Martes y trece!




Los "mendoadictos", como mi amiga Loque y yo, nos sabemos de memoria párrafos enteros de "La venganza de Don Mendo" de Pedro Muñoz Seca, y muchas veces los soltamos graciosamente para solaz de la concurrencia ("Todas por mí como un trapo y con igual pretensión ¡Ay, infeliz del varón que nace, cual yo, tan guapo!" y cosas así) Todos los años, el 13 de mayo, caen los siguientes versos, aquellos que dice Don Mendo tras la reja de la cárcel donde la pérfida Magdalena lo hace encerrar por un falso robo:
¡Trece de mayo ya! ¡Quién lo diría!
Llevo en esta prisión un mes y un día
sin por nadie saber lo que acontece
¡Y hoy es martes, gran Dios! ¡Martes y trece!

lunes, 5 de mayo de 2014

Diez razones para amar abril




Ahora que ya ha pasado, y como quien recuerda un paraíso perdido, me doy cuenta de cómo me gusta el mes de abril. Sí, ya sé que estamos en mayo florido y hermoso, el mes de los "mayos" de mi abuela y de los uniformes de gala de mi niñez cuando cantábamos lo de "con flores a María" (bueno, y el mes de "13 de mayo ya, quién lo diría" de "La venganza de Don Mendo"). Ya sé que mayo tiene su caché... Pero abril es especial. Y lo es por muchas razones.

lunes, 28 de abril de 2014

lunes, 21 de abril de 2014

Cuéntame una noctalia




Así se llama -"Cuéntame una noctalia"- una deliciosa novela de Mónica Gutiérrez que me he leído hace poco. Habla de un pueblito de Transilvania, Mic-Napoca, de 323 habitantes y que ni siquiera figura en los mapas, una aldea de piedra gris al que vuelve la protagonista, Gracia Bratianu, tras dejar detrás una brillante carrera de cirujana en Londres.

lunes, 14 de abril de 2014

Historias de Los Sauces: la historia de Víctor




Víctor y los demás niños de Los Sauces estaban pasando por un lamentable estado de falta de liquidez. No es que se necesitara mucho dinero para pasarlo bien en el pueblo. Tenían los boliches, el fútbol, los baños en el Charco y todos los juegos que huertas y calles podían brindar. Pero, ah, estaba también el cine y eso era algo que no podían dejar de lado. Más cuando, para colmo, Juan Pulga a cada rato tronaba por el altavoz del cine anunciando las películas:
- ¡¡¡"Ahí viene Martín Corona"!!! El sábado en el cine Sauces gran estreno de la película "Ahí viene Martín Corona". Con Pedro Infante y Sarita Montiel. ¡¡¡"Ahí viene Martín Corona"!!!
¿Quién puede resistirse a tal llamado? Ellos, desde luego, no.

lunes, 7 de abril de 2014

Oleadas de pánico




Hace pocos días leí en el periódico el vaticinio que hace un filósofo americano (con pinta, además, de filósofo, un Hegel redivivo casi), llamado Dan Dennett: "Internet se vendrá abajo y, cuando lo haga, viviremos oleadas de pánico mundial". Dennett piensa que es cuestión de tiempo que la red caiga, que cualquier experto en el tema te dirá lo mismo y que nunca en la historia de la humanidad hemos sido tan dependientes de algo. Jamás.

lunes, 31 de marzo de 2014

Novia del viento




La novia del viento. Así llamaba Max Ernst a Leonora Carrington, pintora y escritora inglesa, un espíritu libre que no aceptaba moldes y que "nunca guardó la fachada", como dice Elena Poniatowska en su biografía sobre ella. 

lunes, 24 de marzo de 2014

Había una vez un circo...




"¿Qué proyectos tienes para tu vida?", preguntaba yo a mis alumnos del último curso de Bachillerato en ese primer contacto en el que empezábamos a conocernos. Había unos pocos que me decían "no lo sé", otros enumeraban un montón de posibilidades (que es otra forma de decir "no lo sé") y otros lo tenían clarísimo y me contaban su opción: arquitecto, mecánico de coches, actriz, médico, profesor... Muchas veces después me he preguntado si esos sueños se cumplieron o no. Y, si no lo hicieron, si fue para mejor. Por ejemplo, mi alumna Beatriz hace unos 20 años me dijo aquel día que quería ser piloto. Hoy, sin embargo, tiene un trabajo en el que nunca se le hubiera ocurrido pensar: trabaja en un circo.

lunes, 17 de marzo de 2014

Ramos de olivos en el aire




Soy un olivo. Mi nacimiento en la vega murciana, muy cerca del río Segura, fue saludado con alborozo como corresponde a quien vale mucho. Los olivos lo sabemos. Somos regados, podados y abonados con mimo por los huertanos y cantados por los poetas. "Que todo sea ramos / de olivos en el aire", dijo Blas de Otero. Y también los demás nos admiraron y nos vieron soñolientos bajar al llano caliente (Lorca), y coloridos y rebruñidos, bellos y erguidos "bajo este azul cobalto / como un árbol silvestre espeso y alto" (Machado), o con la luna enredada entre las ramas (Emilio Prados). Aunque a mí, particularmente, me gusta lo que dijo Miguel Hernández, que nos conoció muy bien: "El olivo a tiempo sabe".

lunes, 10 de marzo de 2014

¿Me conoces, mascarita?




El ser humano es el único animal que se disfraza y que organiza unos pifostios tan aparatosos como el de los carnavales. Ahora que han pasado los ruidos y las furias, los pitos y las flautas, el chundatachún de estos, constato que un tema recurrente en casi todas las conversaciones que he tenido con los amigos es que estos carnavales ya no son lo que eran.

lunes, 3 de marzo de 2014

En defensa del PC




En mis tiempos juveniles un título como éste sólo podía ser un alegato a favor del Partido Comunista. Bueno, digámoslo mejor, un título como éste te habría llevado a la cárcel. Hoy el PC de antes está desaparecido en combate y su versión actual se sabe defender solito, afortunadamente.

lunes, 24 de febrero de 2014

Una montaña de basura




Cuando yo era chica, Santa Cruz por el sur terminaba en el Barrio del Cabo y la Ermita de Regla, territorio comanche que pisábamos rara vez. Más allá empezaba la Terra Incognita. Sabíamos, sí, que existía el Lazareto -al que algunos comparaban poco menos que con Molokai, la isla de los leprosos- y el Vertedero, enorme montaña de basura creada con todos los desechos y trastos viejos de aquel Santa Cruz.

lunes, 17 de febrero de 2014

Los alegres caminantes




Hacer una ruta de los almendros en flor por las tierras altas de Santiago del Teide, en un lunes de febrero en que brilla el sol a ratos y una brisa suave acompaña los pasos, puede ser la base para un estudio antropológico sobre los distintos modos de relación que con la naturaleza tienen dos grupos sociales bien determinados.

lunes, 10 de febrero de 2014

Los hijos del farero




Mi amiga Marianela es hija de un farero. Hasta los 10 años vivió una infancia extraordinaria en el faro de Alegranza, la más septentrional de nuestras islas. Abría la puerta del faro y allí estaba la isla, desierta y arropada por el sonido del silencio y el bramar del mar y el grito de las pardelas. Una isla entera a disposición de ella y su familia, con veredas, jameos y caletas para recorrer y jugar, con charcos transparentes donde bañarse, y con nombres tan exóticos como Montaña de la Rapadura o las Salinas Escondidas.

lunes, 3 de febrero de 2014

Historias de Los Sauces: la historia de Pepito




Pepito es uno de esos tantos sauceros que hay repartidos por el mundo y que, como si de una llamada atávica se tratara, regresan puntualmente a Los Sauces, como palomas al palomar, cada agosto y cada fiesta de los Indianos (y alguna más que se tercie).

lunes, 27 de enero de 2014

La monarquía




A la casa de mis padres venía a comer casi todas las semanas una pariente lejana de un tío político mío. Se llamaba Estela y me parecía, a mis ojos de niña, viejísima. Hablaba mucho de riquezas pasadas y de apellidos de prestigio, que en nada casaban con su cara mal pintada, su ropa estrafalaria y sus sandalias, que llevaba aun en invierno. Según me fui enterando (porque los niños se enteran de todo), había sido una "señorita bien" a la que sus padres al morir dejaron casas y dinero, pero un sinvergüenza la enamoró y la engañó dejándola sin nada. Desde entonces vivía de la caridad de personas como mi madre, que siempre tenía un plato de comida para ella.

lunes, 20 de enero de 2014

El libro de mi hija




Para pasar a la posteridad esa –ya saben, lo de plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro-, digo yo, ¿bastará con que anime a mi marido a plantar un árbol (“Sí, hombre, tú planta un duraznero, abónalo, riégalo, pódalo, sulfátalo… que yo luego te hago una mermelada”) y con que tenga una hija que escriba un libro? Porque por ese camino van mis derroteros.

lunes, 13 de enero de 2014

La amante de los libros




La Amante de los Libros (la ADLL a partir de ahora, por aquello de la economía) lo fue desde pequeña, desde aquel cumpleaños, 5 quizás, en el que le pusieron en las manos un libro de “Antoñita la Fantástica” que acarició maravillada, admirando el dibujo de la cubierta y absorbiendo su olor a nuevo. Supo de inmediato que aquello era un amor a primera vista. Escribió trabajosamente su nombre en la primera hoja y se dispuso a leer y a releer.

Después de aquel primer libro, como si le hubieran abierto una puerta hacia el mundo exterior,  vinieron otros muchos que fue eligiendo año tras año en la biblioteca de sus padres: “La isla del Tesoro”, “Sandokán”, “Celia”, “Guillermo el Travieso”, “Viaje al centro de la Tierra”… pero también, Calderón, las Novelas ejemplares de Cervantes o Tolstoi, en aquellos libros pequeñitos de la colección Crisol. Y luego, el descubrimiento de Bécquer, Tagore, Neruda, García Márquez, Tolkien, Zweig… Era un universo infinito de historias, de personajes, de lugares, que le enseñaron más de la vida alrededor que si hubiera dado la vuelta al mundo.

La ADLL, ahora que está jubilada, lee entre 7 y 9 libros al mes. Su momento preferido es por la noche, cuando se acuesta. Se pone dos cojines bajo la cabeza, abre el libro y a vivir otra vida durante una o dos horas. Cuando se va de viaje, generalmente por una semana, se lleva 3 o 4 libros porque no quiere quedarse sin provisiones.

Por eso tal vez su hija en unos Reyes le regaló un ebook: “Te va a venir bien para los viajes. Ya no vas a tener que ir cargando con la biblioteca de Alejandría. Pesa tan poco que ni notarás que lo llevas en el bolso”. La ADLL dice que a ella a moderna no le gana nadie y que si para eso hay que tener un ebook, pues se tiene un ebook y santas pascuas.

Cuando se fue a la cama con el artefacto, echó de menos, eso sí, el olor y el tacto de sus amados libros. Pero empezó a leer “El cumpleaños secreto” de Kate Norton y, aunque no le gustó no poder marcar una hoja donde había una descripción  francamente bonita del otoño o subrayar con lápiz una frase que la conmovió,  al final, como siempre, la historia la atrapó. Lo malo es que para pasar la hoja tenía que tocar un botoncito que hacía “clic cloc” y su marido, aunque tenía más paciencia que el santo Job, se rebeló: “Pase que tenga que dormir con una luz en la cara como si estuviera en un interrogatorio policial. Pero con un clic cloc en la oreja cada minuto…”. Así que la ADLL desterró el cacharro clic-cloc, como lo llamó a partir de entonces.

Pero la hija siguió insistiendo dale que te pego: “Te voy a regalar mi ebook; total, yo ahora tengo un Ipad con el que también bajo libros. Este ebook es silencioso, te va a encantar. Además, te he puesto 31 novelas de las que tienes apuntadas…” La ADLL se emocionó tanto cuando vio los títulos que no esperó a la noche sino que aquella misma tarde empezó “La boda de Kate” de Marta Rivera de la Cruz, una historia de una boda entre septuagenarios y de una investigación en busca de un libro perdido.

Pero no había llegado a la página 30 –empezar a conocer a Kate y las razones por las había dado calabazas tres veces al amor de su vida, Forster Smith- cuando la pantalla del chisme se oscureció y no se encendió más. Mecachis.

Se sintió estafada, la verdad. Igual que si hubiera empezado a probar unos huevos mole, uno de sus postres preferidos, con sus huevos almibarados y su toque de almendra amarga al final, y se los hubieran quitado de delante nada más paladearlos. Llamó a su hija enseguida: “Eso es que te lo bajé mal –le contestó mientras le hablaba de no sé qué sistemas- Prueba esta noche con algún otro a ver”.

Y eso hizo. Esa noche, clic, encendió el chisme y se dispuso a leer  un libro de Nicolás Barreau, “Un atardecer en París”. Alain Bonnard es el propietario de un cine, el Cinéma Paradis, en pleno corazón de París. Es un cine- sin palomitas- que ha heredado de su tío Bernard, de quien aprendió todo lo que hay que saber de cine. Alain Bonnard ha tenido la idea de añadir todos los miércoles una sesión de noche –Les amours au Paradis- en la que proyecta todas esas viejas películas que tanto le habían fascinado: “El rayo verde”, “Al final de la escapada”, “Casablanca”, “Desayuno con diamantes”… A esas sesiones viene una mujer misteriosa con abrigo rojo que siempre se sienta en la fila 17 y…¡clac! Otra vez se oscureció la pantalla y la ADLL se quedó con un palmo de narices.

Al día siguiente ni se lo pensó. Fue a su librería preferida, compró los dos libros interrumpidos, y puso el cacharro clic-cloc y el cacharro cortarrollos en el fondo de un armario. Esa misma noche se recostó en sus cojines, se puso las gafas, abrió uno de los libros, se sumergió en la historia, subrayó lo que quiso subrayar… y se sintió feliz.


martes, 7 de enero de 2014

Una flor en la conversación




El día 1 de enero, a la caída de la tarde, unos amigos nos invitaron a su casa, amplia y generosa, a comer una paella en amor y compaña: mesas redondas que facilitaban la conversación, una decoración navideña blanca y dorada, grandes cristaleras desde las que se veía a lo lejos el Teide todavía nevado, y el sol poniéndose sobre el mar. Y lo mejor de todo, gente agradable con la que hablar en esa noche tranquila después de los festejos y con la que brindar por el año que empieza.

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