Yo nací
y crecí en un mundo de puertas abiertas. En los pueblos de mis veranos
infantiles e incluso en la casa de mis abuelos en La Laguna la puerta de la casa
siempre estaba abierta. Si la casa era de confianza, entrabas como quien pisa
terreno comunitario y acogedor. Si no, uno se acercaba al zaguán y gritaba, por
ejemplo: “¡Agustiiiina!”, y allá en el fondo, entre ruidos de cacharros de
cocina, se oía la voz de la tal Agustina: “¿Quién eeees?”.Entonces uno decía:
“¡Paz!” y entraba. A mí siempre ese “paz” me intrigó de chica hasta que
descubrí que lo que realmente queríamos decir con ese salvoconducto era “Somos
gente de paz”.
lunes, 27 de mayo de 2013
lunes, 20 de mayo de 2013
Lo que las piedras cuentan
En mi
jubilación me estoy dedicando a la investigación, tal que si fuera una Madame
Curie en sus años mozos. Como lo oyen. Y a la investigación por Internet nada
menos, que ya hasta manejo Google como
si fuera la minipimer (vale, es un farol, pero casi). Estoy metida en Facebook en un grupo, divertido y adictivo, llamado “Lo Que Las Piedras Cuentan” (LQLPC).
Lo dirigen dos sabios, Melchor y Agustín –los “Olímpicos” o “Los Que Vigilan Las
Piedras”- que han establecido unas normas generales, las “Normas del Conejo
Frito y las Cuartas de Vino” (porque es generalmente en comidas ante estas viandas
cuando se les ocurren las mejores y, a veces, más maquiavélicas ideas).
lunes, 13 de mayo de 2013
El día del eclipse
Yo,
después, he visto muchos eclipses parciales de sol y de luna pero no me olvidaré
nunca de que el primero que vi, el 2 de octubre de 1959 a las 11 horas y 42
minutos de la mañana, fue un eclipse total de sol, un espectáculo único que aquí,
en Canarias, no se volverá a ver hasta el año 2187.
lunes, 6 de mayo de 2013
Guantanamera canaria
¿Recuerdan
la estupenda “Guantanamera” de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, una
película cubana que no gustó nada a Fidel por lo que tenía de crítica a su
sociedad? Va de un peculiar cortejo fúnebre desde Guantánamo a La Habana para ir a enterrar a
la difunta Yayita, una comitiva delirante que sigue el ahorrativo plan estatal
de traslado de difuntos y que pasa tantas vicisitudes que al final no se sabe ni dónde
está el cadáver.
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