lunes, 31 de diciembre de 2012

Ella Habla Sola




Llego al fin de año con una ronquera tal que parezco Darth Vader. A más de uno he asustado, no crean, cuando contesto con un “diga” cavernoso y asfixiante al teléfono.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Tengo una noticia buena y otra mala





La buena noticia es que no se acabó el mundo el 21 de diciembre. Aunque a mí realmente el pronóstico maya nunca me preocupó. Durante toda mi infancia cada año mi prima Mª Elena (un año mayor que yo) me informaba puntualmente de que, según su vecina Fefa, el próximo año sería “la” fin del mundo. Así, con “la”, que suena más estremecedor. Después de eso, una se acostumbra a catástrofes y apocalipsis. Donde estén las Fefas, que se quiten todos los mayas del mundo.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Soy una anciana




Cuando mi madre –una mujer vital y activa a la que le encantaban los viajes y las reuniones- tenía 65 años, me comentó un día, indignada, que había leído una noticia en el periódico sobre “una anciana de 65 años”. “¡65 años, una anciana!”, decía furibunda. “¿Tengo yo pinta de ser una anciana?”

lunes, 10 de diciembre de 2012

La madre que la parió




Estamos en tiempo de presentar libros. Lo han hecho Elvira Lindo con su último Manolito Gafotas, y Pippa Middleton, que también presentó uno titulado “Celebración” para lo cual, según leí en una revista, se cambió tres veces de traje. Y lo ha hecho mi hija Ana con su primera novela, “El blog de la Doctora Jomeini”, el martes último en la Librería Lemus. Y ni ella, ni yo, que oficié de presentadora, necesitamos cambiarnos de traje en el par de horas que duró el evento. Es lo que tiene pertenecer al pueblo llano.

lunes, 3 de diciembre de 2012

La princesa prometida




Una de mis películas favoritas, vista y revista un montón de veces, es “La princesa prometida”.
Me gusta ese aire de cuento antiguo que tiene, esos nombres cautivadores que nos llevan a la infancia, como el reino de Florín, el Pantano de Fuego, los Acantilados de la Locura, el Foso de la Desesperación. Me gustan sus personajes malos malos, como el inteligente Vizzini, que presume de ello diciendo: “¿Habéis oído hablar de Platón, Aristóteles, Sócrates? ¡Unos incultos!”. O el cobarde Príncipe Humperdinck y el malvado Conde Ruger con sus 6 dedos en la mano derecha… Y me gustan los malos buenos, el español Iñigo Montoya (“Hola, me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir”, la frase más famosa de la película) y el gigante Fezzik que habla con rimas malas (“Fezzik, ¿hay rocas delante? “Si las hay, son horripilantes”).
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